En una reciente declaración, el Ministro Groux ha declarado que la conservación del patrimonio es cara y que en Bolivia no hay condiciones para asignar todos los recursos que necesita nuestro patrimonio cultural, afirmando que en Bolivia existen 35.000 sitios arqueológicos.
Ciertamente conservar el patrimonio tiene su precio, pero no todas las acciones tendientes a conservarlas son caras. Preservar el patrimonio es una tarea que no necesariamente involucra recursos, sino medidas suficientes e ingeniosas de política pública, lo cual incluye acciones que en el ministerio de Culturas y en particular Pablo Groux ignoran como hacer. Para preservar y proteger el patrimonio, primero debemos saber donde se encuentra y en que estado está, conocimiento que no cuenta el Ministerio de Culturas, ni sabe como obtenerlo.
Básicamente de memoria es que se repite que Bolivia cuenta con 35.000 sitios arqueológicos, lo cual es totalmente especulativo, pues ni la Unidad de Arqueología y Museos (UDAM),del Ministerio de Culturas tiene un registro cabal de éstos sitios, sus características, su posición, o su estado de conservación. Es más, no tienen una idea precisa sobre la aplicación del término "sitio arqueológico", lo cual es evidente en la manera con la que se aplica este concepto.
Lamentablemente, el manejo de la arqueología ha vuelto a retroceder otros 5 o 10 años con la llegada de Groux al Ministerio, pues en vez de reestructurar la entidad a cargo de la arqueología (UDAM) y hacerla crecer en la magnitud que lo ha hecho la cartera de culturas, se la ha reducido a su mínima expresión, no solamente en su presupuesto, sus atribuciones o su espacio físico, sino se ha bajado el límite al máximo en la calidad de los profesionales en arqueología que prestan sus servicios allí, donde para ejercer el puesto de Jefe de la UDAM o Director del Museo Nacional de Arqueología, ya no se requiere título profesional o experiencia en el tema; donde quienes en el pasado reciente escribieron las páginas más negras de corrupción y malos manejos en la institución arqueológica más importante del país (UNAR), ahora se hallan nuevamente ejerciendo sus poco afortunadas habilidades bajo el amparo y padrinazgo de la figura más nefasta para la arqueología boliviana en los últimos tiempos.
Ver referencia en: http://www.cambio.bo/culturas/20120407/la_conservacion_de_35_mil_sitios_es_costosa_68331.htm